viernes, 27 de noviembre de 2009

Transformación

Vivimos un amor especial, único.
En qué instante comenzó, cómo, por qué?
No soy capaz de responder con lógica ninguna pregunta.
Sólo sé que esto que siento y vivo contigo
me ha transformado la mente, el alma y hasta el cuerpo!
GRACIAS POR ÉSTE MARAVILLOSO AÑO A TU LADO!
¡¡¡TE AMO!!!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La vida es un constante empezar y terminar...

Se nos presentan diferentes etapas o situaciones y es preciso saber y aceptar cuando el final de un ciclo de vida ha llegado. Es necesario saber cuando cerrar puertas, ciclos, capítulos, etapas de la vida, o como quiera que se le llame… lo importante es no quedarse estancados en el pasado o insistir en quedarnos en una etapa que ya terminó.

Muchas veces cuando hablamos de cerrar un ciclo de vida o terminar una etapa, se piensa en la pareja que de una u otra manera ha formado parte de nuestra vida amorosa, si ponemos atención a la vida diaria nos damos cuenta, que lo que hasta hoy ha sido rutina se puede ver alterado porque nos llega el momento de terminar o de cambiar lo que ha sido el patrón de nuestra vida, los cambios no los escogemos, pero son parte de la vida, porque nada es para siempre, ni siquiera la vida misma.

Muchas veces sin apenas darnos cuenta ya no tenemos el mismo trabajo, y muy en contra de nuestros deseos, nuestra relación con nuestra pareja por las razones que sea llegó a su final, o nos encontramos haciendo maletas porque debemos irnos a vivir a otro país.


Nos alejamos de gente y cosas que han sido esenciales, el amigo que nos ha acompañado por mucho tiempo, puede alejarse de nuestra vida por diferentes razones y no importa cuanto lo lamentemos no podemos parar los cambios, podríamos pasar el resto de nuestros días tratando de entender los porqués, tratando de encontrar una explicación lógica y repasamos en nuestro presente una y otra vez el pasado y nos desgastamos mentalmente, pensando ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿Qué hice mal? ¿Qué falto? ¿Por qué murió? Nos cuesta entender que los cambios son interminables en ti, en mí, en el vecino, en aquel, en aquella, en el amigo y la amiga.

Muchas veces el pasado lo añoramos en nuestro presente, nos negamos a dejarlo ir, insistimos en buscar los porqués, si después de todo, nadie nos prometió que seríamos niños para siempre o que podríamos atrapar la adolescencia, ni siquiera nos podemos afanar por estar unidos a quien también ya cerró su ciclo con nosotros.

Destruyamos el pasado, aceptemos que es mentira lo que dijo alguien “déjalo volar, si regresa es tuyo, si no regresa nunca lo fue” por que la realidad es diferente, se fue porque fue tuyo, pero ya no lo es, si no hubiera sido tuyo no te dolería tanto dejarlo ir, cambia tu imagen física, si antes no te gustaba el color blanco, ahora te puede sentar bien, porque los cambios externos también pueden ser un símbolo de cambios internos, muchas veces tan necesarios para la recuperación y para trascender en la vida que con ciclos cerrados y cambios sigue siendo tu vida.

Nada en esta vida está garantizado, ninguno nos garantiza siempre ganar, y debemos aprender que a veces ganamos y otras perdemos, no hay nada ni nadie que nos devuelva el pasado, ya se fue, se terminó y debemos dar vuelta a la página y entender que lo único que nos pertenece es el presente, lo que vivimos hoy, y si ese hoy se va, dejémoslo ir, soltémoslo aunque no nos valoren ni nos reconozcan y a lo mejor sin que ni siquiera se enteren quienes somos, o como somos, o qué hicimos por este o por aquel, no esperemos “glorias y laureles” después de todo, lo que dimos de nosotras lo dimos y lo hicimos con gusto y con amor.

Vivamos y aceptemos cerrar ciclos sin resentimientos, sin rencores, porque “revolcarnos” en el pasado nos daña, a veces lentamente, y eso nos hace amargarnos y envenenar lo bueno que pueda existir en nuestro interior.

La vida nos ofrece nuevas puertas que se abren a nuestro paso, cerremos las puertas viejas para poder vivir el presente con satisfacción, sin olvidarnos en ningún momento que hay una fuerza superior, una fuerza divina, Dios, que nos lleva siempre hacia adelante, que nos sostiene con amor, hay que recordar que el único amor verdadero es el que Dios puso en nuestros corazones, porque sólo nosotros mismas podemos estar seguras del amor que damos, no del que recibimos, somos capaces de medir el amor, nuestro amor el amor que llevamos dentro, ¿has aprendido a cerrar ciclos?



Padre e hija...


Hace justo un añito Carlos y Julieta se conocieron, ese día fuimos a llevarla a caminar a un parque cercano a la casita y después el y yo nos fuimos a cenar a las alitas!



y hoy... 4, 3, 2, 1… y sólo me falta la envoltura! :D

lunes, 16 de noviembre de 2009

La verdad... me hizo libre!

A veces las cosas se dan así sin más. Sin pensarlo. Sin planearlo. Y tal vez sin quererlo. Pero cuando llega el momento... sólo sucede. La verdad nunca imaginé que pasaría, pensé que la historia permanecería inconclusa para siempre. Hasta la fecha siempre hubo un mañana... y hoy el mañana ya no existe :D

6, 5, 4, 3, 2, 1... y llega nuestro primer año juntos!


Amor,

Gracias porque tus manecillas y mis manecillas marcaron la misma hora.

Porque aquella piedra lanzada logró despertar en los dos la pasión de un encuentro fulminanete, por la excitación de lo insesperado, por el deseo de querer hacer algo con fervor y por la certeza de que íbamos a conseguir éste sueño. Por el encuentro más importante en mi vida, el que fue planeado por nuestras almas antes de que nuestros cuerpos se encontraran.

Me enamoré.
Como loca. Como mujer. Como soñadora.
Como la princesa de un cuento infinito... el nuestro!

TE AMO!








jueves, 12 de noviembre de 2009

mi búsqueda no fue sencilla!

Encontré a mi paso, amigos, enemigos, intelectuales, pacifistas, pero continuaba mi búsqueda porque lo que yo deseaba era solamente un hombre.

Un hombre tan seguro de sí mismo, que no temiera mi plena realización como mujer, que jamás me considerara su rival en ningún aspecto, si no que fuéramos eternos compañeros.

Un hombre que conociera mis errores, los aceptara y me ayudara a corregirlos; que supiera reconocer mis valores espirituales y sobre ellos, me ayudara a construir nuestro mundo.

Un hombre que con cada amanecer, me ofreciera una ilusión; que alimentara nuestro amor con delicadeza, para quien una flor entregada con un beso, tuviera más valor que una joya enviada con un mensajero.

Un hombre que concediera atención a quien habla, que jamás cortara el puente de comunicación y ante quien me atreviera a decir lo que pienso, sin temor de que me juzgara o que se ofendiera y que fuera capaz de decirlo todo, inclusive que no me ama.

Un hombre que tuviera siempre los brazos extendidos para que yo me refugiara en ellos cuando me sintiera amenazada o insegura; que conociera su fortaleza y mi debilidad, pero que jamás se aprovechara de ellas.

Un hombre que tuviera abiertos los ojos a la belleza, a quien lo moviera el entusiasmo y amara intensamente la vida; para quien cada día fuera un regalo inapreciable por disfrutar plenamente, aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.
Un hombre que supiera ser siempre más fuerte que los obstáculos, que no se detuviera ante la derrota y para quien aun los contratiempos fueran estímulo y no adversidad.

Un hombre que se respetara a sí mismo, porque así sabría respetar a los demás; que no recurriera jamás a la burla ni a la ofensa, gestos que rebajan más a quien los envía que a quien los recibe.

Un hombre que disfrutara dando y supiera recibir; y que disfrutara cada minuto como si fuera el último…

HACE JUSTO UN AÑO... TE ENCONTRÉ!
TE AMO!