Bye bye a la escuelita!

A veces pienso que no soy buena estudiante, a veces me gustaría entregarme un poco más a las tareas, a los trabajos, a los problemas matemáticos, a los emails que tengo que enviar en días determinados a horas determinadas y que muchas veces termino haciendo con cero ganas y al ay se va, pero a veces eso me resulta realmente agotador… casi imposible.

Hace casi un año comencé mi maestría con mucha ilusión, con esa hambre de aprender todo lo que hice empíricamente pero que tenía y quería saber su fundamento teórico… la administración llegó a mi por cuestiones del azar y tal vez con un poco de destino hace ya poco más de 2 años…

Ese mundo totalmente ajeno al mío se convirtió en mi nuevo mundo y me di cuenta que quería explorarlo, que quería conocerlo y tratarlo… es por eso que pensé que una maestría en administración era la mejor opción para esa necesidad de saber más, de poder mejorar las cosas a mi alrededor y por qué no? también de subir un escalón en mi carrera profesional.

Pensé que todo sería más sencillo aunque nadie dijo que lo sería, se supone que todo lo que vale la pena lleva consigo un poquito o un muchito de esfuerzo…

Ha pasado ya un año de ir y venir 2 veces a la semana de 7 a 10:30 de la noche, de compartir mi vida laboral y mi vida personal con la vida escolar… de querer comerme el mundo de una mordida y muchas veces siento que me atraganto…

He estado a punto de tirar la cobija, hay días en que no me dan ganas de ir, que preferiría estar en mi camita haciendo cualquier cosa menos dirigirme a la escuelita, a dónde por cierto, hay que llegar temprano no vaya a ser que me quede sin estacionamiento y tenga que caminar lo suficiente como para congelarme en esas noches de invierno en donde el frío cala hasta los huesos…

Todo recobra el sentido cuando mi objetivo sale a flote y me grita desesperadamente que está ahí… que tengo un sueño… que hay algo porque luchar… y que tengo todo para poder logarlo.

Después de todo, realmente estoy disfrutando mi estancia ahí, a veces sale mi lado dramático y me obliga a escribir cosas como las de arriba jaja pero todo es bueno, siempre y cuando sea para hacerte crecer.

Hoy por fin soy libre… por 2 semanas y después… regresaré con todo mi entusiasmo a empezar el año 2 que por cierto, es el último.

Dentro de un año podré decir… hoy por fin soy libre, para siempre…

Bueno… sólo, si Dios quiere, tal vez tenga otros planes para mi :D